Como el dólar, el lebac afectan al mundo inmobiliario y su futuro.
Lo sucedido en estos días con el precio del dólar y la suba de la tasa de referencia del Banco Central sin dudas afecta al mercado inmobiliario de diferentes formas que pueden ser analizadas desde diferentes perspectivas.
Perspectiva de coyuntura
Siempre que hay incertidumbre el mostrador de las inmobiliarias se enfría. Esto sucede por ejemplo cuando se acercan las elecciones presidenciales y por lo tanto se desconoce el rumbo que tomará el país, por supuesto también cuando el precio del dólar ocupa los titulares de los diarios. La incertidumbre hace que el mercado dilate decisiones, y por lo tanto bajen las consultas en los días que esto sucede, aunque este impacto dura poco, cuando se vislumbra el
nuevo escenario, vuelve el dinamismo en las operaciones. Hoy estamos en esos días, pero eso pasará pronto.
Este salto brusco en el precio del dólar genera r uido, y también oportunidades. El mercado tucumano, a diferencia
del porteño, expresa mayormente el valor de los inmuebles en pesos y no en dólares. Por lo tanto, los inmuebles (por unos días) bajaron su valor en dólar y esto es una oportunidad para quien atesora dólares y quiera transformarlos en ladrillos. Este desajuste en los precios se irá acomodando con el paso del tiempo, es una oportunidad para los veloces. Estos cambios en la cotización del dólar producen también ruido en las operaciones que están cerca de concretarse, ya sea que se haya cerrado en pesos o en dólares. El comprador o el vendedor probablemente sentirá que la propiedad está más cara o barata de acuerdo a la moneda que haya sido la base del acuerdo, y eso reabre muchas veces procesos de negociación ya cerrados.
Perspectiva de ciclo
Entre el dólar y ladrillos se concentraron estas últimas décadas las preferencias de los argentinos para pensar sus ahorros, dependiendo del momento la balanza se inclinaba para uno o para otro. Hace unos años reapareció en escena el mercado financiero con sus altas tasas, y se erigió en un fuerte competidor del ladrillo, afectando al mercado inmobiliario a la baja.
Cuando la desconfianza en los bancos era alta producto de la crisis del 2001, la estrella del ahorro fueron los ladrillos. Hoy gran parte de la población volvió a confiar en el sistema financiero, y las Lebacs y plazos fijos absorben gran parte de los ahorro que otrora se destinaban a ladrillos.
La reciente suba de la tasa de interés de referencia del Banco Central al 40% obviamente empeora la situación. Lamentablemente las necesidades de financiación del estado se lleva parte importante de los ahorros que antes iban a mercado del real estate.
El protagonismo del mercado financiero marcó el inicio de un nuevo ciclo para el real estate, mientras tanto los brokers y desarrolladores siguen esperando que el crédito se vigorice y dinamice este sector.
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